sábado, 30 de mayo de 2015

Soy esclavo...como tú



Y el que diga lo contrario, sinceramente es que miente... Por supuesto mis postulados son revolucionarios y mis deseos son la libertad, pero en este escrito debo plasmar el presente de la realidad, al menos hasta poder construir un mundo nuevo, tras romper las cadenas del mal.
Soy esclavo porque debo madrugar para tener que acudir a mi puesto de trabajo cuando realmente desearía pasar el día en mi casa con mis seres más queridos.
Soy esclavo porque estoy sujeto a leyes represivas de un estado que no acato y una clase política que yo no he elegido.
Soy esclavo porque presuntamente tengo "libertad" de voto e incluso para abstenerme en ello, pero debo acatar bajo amenaza de imputación y multa, el sentarme en una mesa electoral si el "sorteo" en el que yo no he decidido participar, así lo decide.
Soy esclavo porque una nómina y el "visto bueno" de la banca debo recibir, para poder disfrutar de lo que debería ser un derecho tan fundamental como lo es a la vivienda.

Por supuesto también matizar que una cosa es ser esclavo y otra sumiso, las circunstancias nos hacen esclavos,  pero no vamos con la cabeza baja, sino que nuestra actitud es la de los dientes prietos y los puños cerrados, tenemos que acatar aspectos del capitalismo para poder subsistir en la sociedad actual, pero nos resignamos, tomamos y mantenemos una conciencia rebelde, y trabajamos día a día, para poder abolir el sistema en el que nos toca vivir.
Si nos unimos podemos ser más fuertes y romper las cadenas de la esclavitud que nos oprime.

León Darío-Carpetano.
NAM Ibérica.



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