sábado, 1 de marzo de 2014

ESE INVENTO FORZADO Y ARTIFICIAL LLAMADO ANDALUCÍA (Comunicado NA Sur de Iberia)




Los activistas de la Sección Sur de Iberia del NAM sentimos una especial animadversión, y, en consecuencia, un profundo rechazo y desprecio al denominado Día de Andalucía y al engendro político-territorial causante de que el 28-F sea día festivo y de celebración en el territorio más septentrional del estado español.

Retrotrayéndonos en el tiempo nos percatamos de que Andalucía como hoy la conocemos es impuesta por los padres de la constitución basándose en una división territorial que se hizo en el siglo XVIII con fines administrativos, ignorando la voluntad del pueblo. De hecho, todavía hoy día quedan personas, sobre todo en las provincias orientales (Granada, Jaén y Almería), que reniegan de su pertenencia al "estado andaluz". Hay que recordar que en las provincias de Jaén y Almería el "Sí" al estatuto de autonomía andaluz no fue mayoritario. Por tanto, se podría hablar de que fue una imposición en toda regla.

La etapa estatutaria se inició con una supuesta victoria tornada en la derrota más absoluta para el pueblo campesino y obrero andaluz el 28 de febrero de 1980. Derrota porque la Andalucía estatutaria ha servido políticamente para desmovilizar a dicho Pueblo. Derrota porque la etapa que se inició aquel 28 de febrero metió en un cajón bajo llave las reivindicaciones sociales, en el caso de los anarquistas de autogestión y antiestatismo, de l@s andaluces/zas, en beneficio de latifundistas, grandes empresarios, multinacionales,..., o sea, del capitalismo más monstruoso.

Tampoco somos partidarios y, por tanto, también rechazamos la visión andalucista de los nacionalistas marxistas; a pesar de que, a priori, pueda parecer una contradicción el presentar ambas definiciones juntas; esa es la definición ideológica de aquellos que propugnan la independencia del territorio andaluz, adoptando una economía comunista, con respecto al estado español. Éstos no son mas que la otra cara de una misma moneda. Su cosmovisión, en muchos sentidos, no dicta demasiado, por no decir que es idéntica, a la que representa la otra cara de la moneda: los liberales o neoliberales. Ambos comparten una visión materialista y mundialista/internacionalista/globalizadora. Además, los marxistas, según nos ha mostrado su praxis, son claramente estatistas, represores y opresores.

Otro punto de singular importancia en el cual coinciden, aquellos que dicen ser contrarios y/o enemigos, es en la veneración al padre de la "Patria Andaluza" y, por ende, del andalucismo: Blas Infante. Suyos fueron los diseños de la bandera y el escudo oficiales de la autonomía. Que los colores de la bandera andaluza sean el verde y el blanco no es casualidad... Blas Infante justificó dicha elección porque el verde era el color de la dinastía Omeya y el blanco era propio del Imperio Almohade. Este hecho tiene una explicación fácil y sencilla: ¡Blas Infante era endofóbico! El 15 de septiembre de 1924 se convirtió al Islam mediante la shahada, en una pequeña mezquita de Agmat (Marruecos), adoptando el nombre de Ahmad (este dato lo desconocen muchos andaluces). Su familia no aceptó de buen grado esta supuesta conversión al Islam. Su hija, María de los Ángeles Infante, en una entrevista publicada por los diarios del Grupo Joly, desmiente su filiación islámica y afirma que era admirador de Santa Teresa y de San Juan de la Cruz además de benefactor del convento de Madres Dominicas ubicado en la calle San Vicente de Sevilla. Con este dato, parece quizá demostrado que a su familia no le hizo ninguna gracia dicha conversión y por ello incluso intentaban ocultar tal hecho ante la opinión pública. Blas Infante también era estatista y prueba fidedigna de ello es el que nunca hiciera ninguna crítica antiestatal y, además, en 1931 publicara el libro "La verdad sobre el complot de Tablada y el Estado libre de Andalucía".

Otra excéntrica curiosidad que recientemente hemos podido observar es que, aunque de forma muy minoritaria aún, algunos "anarquistas" andaluces acoplan la estrella rojinegra a la bandera andaluza. Sin duda, consideramos esta acción una aberración y un atentado contra los postulados anarquistas, toda vez que ya hemos explicado la procedencia y connotaciones de dicha bandera, y una muestra más de la sumisión de muchos individuos y colectivos anarquistas al marxismo cultural.

En conclusión, podemos afirmar, sin ningún género de dudas, que el nacionalismo marxista andaluz pretende "liberarnos" del yugo estatal español para esclavizarnos con un Estado "Libre", "Socialista" y "Democrático" andaluz. En el cual, para más inri, se potenciará las relaciones culturales con Marruecos y el Islam, doctrina que ya señaló su gran líder, dando la espalda por completo a nuestra única, auténtica y verdadera identidad, en todos los ámbitos y sentidos (étnico, lingüístico, cultural,...), que es la castellana, en primera instancia, la ibérica, en segunda, y la indoeuropea, finalmente.

La realidad es que Andalucía no es una nación como dice nuestro estatuto o quieren imponernos los "tolerantes" nacionalistas marxistas. Jamás formamos una comunidad salvo a efectos administrativos. Por otro lado, la historia demuestra que somos el resultado de una repoblación de Castellanos, Leoneses y Vizcaínos, básicamente. Ahondando en los estudios genéticos se demuestra que el sur no es diferente al resto del estado español ni a Europa occidental, por lo que
la leyenda de nuestra arabización es completamente falsa.

Además, para completar, en cuestiones puramente económicas podemos afirmar que la autonomía andaluza no ha servido para nada. En 1981, año en que se constituyó la comunidad autónoma andaluza, ocupábamos el penúltimo puesto de España en PIB, renta per cápita y éramos la región con mayor tasa de paro. En la actualidad, no hemos mejorado en ninguno de estos parámetros.

Por todo lo expuesto, desde la Sección Sur de Iberia del NAM expresamos:

28-F: ¿Día de Andalucía? ¿De los andaluces? ¿Orgullo andaluz? ¡NADA QUE CELEBRAR!

¡POR LA COMUNIDAD, CONTRA EL ESTADO!

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